Vengo de hacer un curso para profesores con Igor de Gracia, grandísimo profesional y por lo poco que he visto o que desprende, diría que gran persona.
El caso es que llevo dos intensivos de fin de semana con Igor, y ya he hecho cosas que me parecían imposibles. Es alucinante el efecto y la alegría que te inunda cuando decides probar una asana que nunca has hecho antes o que no te ha salido, entender su mecanismo y llegar a estar en ella aunque sean sólo unos segundos. Aunque no es cuestión de ensalzar el Ego, sí que es bonito ver el proceso de cuerpo y mente para poder llegar y lo bien que te sientes al ver que puedes ir un poquito más lejos en la práctica.
A mis alumnos intento hablarles de esto, para que ellos trasciendan sus miedos o incredulidades acerca de lo que pueden o no pueden hacer, probando, experimentando y después, llegando a conclusiones a partir de experiencias prácticas.
Esto es un camino, y es un lujo poderlo hacer, me siento afortuda y agradecida a todos los profesores/as y maestros/as que se han cruzado en mi camino y a todos aquellos exploradores que indagaron en esta ciencia primordial del Yoga como camino de liberaciñon del sufrimiento humano.